Saturday, March 26, 2011

1. Vi el final de "We are dating now", novela coreana, protagonizada por una actriz que me fascina. Y se me escaparon unas lágrimas al recordar. Yo aún le amo, no sé, no puedo sentir otra cosa. Pero ese amor, ya no es posible.  
2. Cuando vuelvo a sentirlo, lo hago con gusto y siempre se me viene una lágrima  calientita a mi rostro. Qué bella fue la vida que me permitió conocerle y sostener su mano en algún momento de este tiempo que avanza.
3. Una mujer buena, menos egoísta de lo que fui yo, menos inmadura, y que le sepa conocer día con día, lo hará muy muy feliz : ) y que sepa entender su relación con la eterna Diosa que lo lleva siempre a todos lados y niveles, a su música. :D
4. Bueno, x ya mucho exhibicionismo je. Watchen novelas coreanas, son bien chidas.

Friday, March 25, 2011

1. De niña, siempre admiré a mi padre. Tenía tiempo de no platicar con él. Esta semana, nos tomamos tiempo. Nos sentamos a la mesa, apagaron mis orugas  (padre y madre) el televisor y platicamos.
2. Traigo el tema de la fé atorado en la garganta. Trepé las inquietudes a la mesa. Deseaba escuchar la visión de mis orugas con respecto a esos temas.
3. Mi padre después de contestarme que sí tiene fé cristiana, cosa que no dudo en mi madre, pero en mi jefe sí, porque cuando yo era niña, él era ateo-nietzschesiano, luego agnóstico-procomunista, y luego no habló más nada de fé. Me dijo como la sabia oruga que es:  "Cristiano, sólo lo es Cristo".
4. "Cristiano, sólo lo es Cristo".
5. Mi oruga madre, dice que es difícil cumplir la ley del Dios Cristiano, que ella no irá al cielo, porque no cumple su ley, de acuerdo a las escrituras.
6. Yo sé que toda mi familia irá a parar al infierno. Lo sé. Porque estámos llenos de pecados. Y mi corazón aún no siente fé y está hecho como una piedra del mal.
7. Mi cuñada musulmana no puede ver una Biblia Cristiana en su casa y es posible que en farsi nos llame infieles. Total, yo sigo leyendo el Corán, poco a poco. Rezo porque mi corazón se abra a la otredad que me necesite (uy sí, la divina metapower me dicen) pero, creo que algún día seré un  buen soldado de Dios, si es que logro abrir mi corazón y que mi fé florezca entre el monte de mis miedos, odios, tristezas, envidias, lujurias, desamores, avaricias y muchas cosas más.
8. Conocí hace poco a un soldado de lucifer. Un chico luciferiano. Es bueno cotorrearlo, dice cosas interesantes, y se llegan a acuerdos chidos.
9. No todo es blanco y negro. A veces hay que hacer fusiones yinyanescas.
10. Por el momento, comencé a recordar cómo hacer oración. Aunque mucha gente piense que es perdida de tiempo, el tiempo siempre es relativo. Yo oro, aunque después blasfeme y vuelva a comenzar.
11. No siento culpa, sino ánimo.
12. Me bautizaron cristiana católica, antes de hacer la primera comunión y recibir la ostia (entiéndase en contexto latino y no españolado) practiqué con las ostias de colores del mercadito y me empaché, así que cuando fui frente al sacerdote y me dijo lo que él dice: yo estaba empachada de ostias. :S No me he confirmado católica cristiana y muchas de las veces me metí en problemas por andar con gente que le mueve a la brujería y ritos afroamericanos. Buh. Luego, me olvidé de la religión, pero nunca de eso que uno siente y sabe que forma parte del Todo: Fé-amor,compasión,misericordia,paz. Difíciles temas, no sé cómo platicarnos, ni cómo sentirlos. Espero pronto se abra mi corazón.

Monday, March 21, 2011

Sergio

(borrador)


La línea del tiempo, urticaria, y los horarios encima. Es lunes. La queja es grande. Sergio viste de traje, loguea su número de empleado sobre el computador, se frota la mano contra el pecho encima de la camisa, se sienta en el escritorio hasta terminar su trabajo. Pasa por alto la hora de comida. Se rasca.

Sergio es un empleado distinguido como la única cafetera de la oficina. El jefe gordo y gruñón lo aprecia y confía en él. Sergio lo sabe. Los demás empleados le respetan como a un empleado que trabaja y trabaja fuera de control. El robot, le dicen con tono de elogio.

Sergio termina su jornada de diez horas, evitando restregarse la mano en el cuerpo a causa de la comezón, vuelve a su casa. Abre la puerta, nadie le espera, ni si quiera el timbre del teléfono de casa. Se rasca el picor. Llega a su cuarto, en vez de irse hambriento contra el refrigerador, desviste su traje y corbata. Se queda con el cuerpo desnudo, la piel blancuzca le cala.

Baja al refrigerador, lo abre y saca un litro de leche tras otro. Bebe repetidas veces directo del cartón, hasta saciar la sed. No come más nada. Evita rascarse sobre el picor de la piel de todos los días. Cierra todas las persianas de casa. Se va a la cama.

El día es grande. 10 horas de trabajo. Felicitaciones por su buen trabajo, invitaciones como siempre rechazadas por él, para ir con los compañeros de trabajo a beber unas cuantas cervezas. Es viernes y Sergio es el único que no lo ve con satisfacción.

Regresa a casa. Abre la puerta. Desviste su traje y corbata. Va al refrigerador, desnudo con su miembro colgando. Toma de adentro un litro de leche tras otro hasta agotarlos. Siente el picor que le cala, rasca un poco la piel. Cierra el refrigerador y en el reflejo de la puerta, comienza a retirarse la piel del pecho, despega la piel tirón tras tirón, lentamente le sigue el cuello hasta asomarse un tono verduzco que le sobresale sin una gota de sangre, se rasca, sigue con las piernas y el miembro hasta retirarse la piel como una enorme blancuzca laca pegajosa que deja bajo el agua del grifo hasta deshacerse. Se retira la cara. Y Sergio cambia. Es él, en la noche de cada viernes, es él en la soledad de casa, donde no siente urticaria por la piel humana, pero donde no hay nadie que crea o confíe en él.





Sunday, March 20, 2011

1. A las dos de la mañana, con el reflejo luminoso de una luna que se ve más cerca después de no me importa cuántos años, despierto por el sonido de una voz en el micrófono acompañada de un acordeón. A ti te quiero mujer, no le hace que seas… te quiero porque te quiero, porque me das en el alma… ajúa….


2. Soy una completa inadaptada.

3. Me despierto, sino puedes ir contra los músicos, úneteles. Y me arrepiento al encender la computadora, entro a la red y sigo arrepentida de ver la vida social en 000 redondos y completos.

4. Estoy aburrida. La arrolladora y luego un infiltradero de grupos norteños tocan a mis oídos. Hablo con un muppet. Amigos que no veo desde que me quedé exclusiva al trabajo y a la escritura. Los manifestantes “intelectuales” con los que suelo reunirme, se han retirado a hacer sus vidas. Me han olvidado (tenía planes divertidos, ni siquiera pude proponérselos). Un tipo malvibroso me dice por msn: “no estás con la gente correcta”. Promete hacer una fiesta VIP. Yo hago caso omiso a todo lo que me dice. Estoy aburrida, eso lo complementa todo.

5. No creo que sea la gente, la gente no me importa, ni me incómoda.

6. Llego a una hora, a recordar el amor del pasado y la bazofia entera, pienso en una hamburguesa doble carne con mucho aguacate y dos tipos de queso.

7. Bajo a tomarme una purga, sólo para saber que esto pasó. Me hará efecto como a las 8 de la mañana, al menos eso me obligará a levantarme.

8. No quiero vivir en Monterrey. Pero estoy aquí. No quería despertarme de un sueño excitante, donde la parte de la película District 9 era protagonizada por la gente que sé que es como una cucaracha gigante (compañeros de trabajo, amigos, ex novios, la gente de la tiendita, jefes, familiares, gente que se burla por mi alergia a la cerveza)

9. Este pobre corazón, unidos toda la vida, corazón con corazoooooooón…

10. Me gusta la música norteña. Muppet y yo, al mismo tiempo, acordamos vernos mañana. 2007, 2008 y 2009 fueron años llenos de fiesta. ¿por qué 2011 no?
11. Definitivamente, me gusta la música norteña. -Bailo- y pienso que las vitaminas me han servido de algo.

Wednesday, March 09, 2011

1. Me gustaría hablar del sol y de sus soplos tormentosos que en una catastrofe natural, afectarían en su mayoría los sistemas del primer mundo. Qué chido sería volver a una edad "primitiva tecnológicamente" y hacer mantequilla en casa. mmm Sin preocuparse de la tecnología que nos ajusta a lo moderno.
2. Sé que si una tormenta solar que los polos magnéticos de la tierra no pudieran desviar en su totalidad, se chamuscaría la tierra. Eso no es chido, lo sé.
3.Sin embargo, últimamente para evadir mi responsabilidad laoral y personal, me pongo a pensar cómo sería la vida sin autos, porque las bombas de gasolina no funcionaría por la cuestión eléctrica. No tv, no autos, no internet, no celulares, no una fregada de nada.
4. Caminaría como cuando niña iba a la huerta de mi abuelo. Iría a un cine con bancas de madera, donde proyectaría a base de mover manualmente un proyector.
5.X tripeando por aquí sobre una tormenta solar.

Sunday, March 06, 2011

1. me leo
2. y me doy hueva
3. de tanta tragedia
4. no hago narrativa
5.busco una que me narre
6. sin tanto debraye
7. y un buen agarrón-sabrozón, uauaua

Saturday, March 05, 2011

1. Seguí la primera parte de un probervio chino que versa así: "Si deseas ser feliz un día, emborráchate; sí deseas serlo tres, cásate; pero si deseas serlo toda una vida, planta un jardín"

2. Me emborraché, pero lo que es mejor. Cotorré con un colega narrador de Celaya (Nefta). Y gracias por los consejos y la confianza y por dejar decirme estúpideces de esas que se sabe que uno no está solo en esta página en blanco.
3. Seguiré tirando mis flechas a la Luna, y aunque sé que no lleguen, aprenderé a usar el arco. Sigo escribiendo, detonando las teclas de la computadora en este tiempo donde las horas no bastan para escribir todo los capítulos de una novela, todos los cuentos de una antología, todas las letras de un renglón. Sigo. Escribo, medito, corrijo y vuelvo a escribir.
4. Levantarme, es una obligación permitida.
5. Ya no temeré a lo que venga. A las críticas, malas vibras, rechazos, humillaciones, golpes emocionales, mentales. Porque como mi abuela me decía: "las palabras se las lleva el viento, pero lo que tú hagas dentro de ti, no se lo lleva ni la más gigante tormenta"
6. Ego sum qui sum

Friday, March 04, 2011

Chuy

De la serie Mariguana, polvos y balas





No es que no me guste que me pegues en las nalgas…sino que me da pena, dice Yolanda, cuando Pepé se la trata de coger y la sube sobre su flaco vientre para llevarla a su salpullido pene que espera con ansias la tibieza y suavidad de las nalgas de la jovencita bajo su pantalón caqui del uniforme de la secu.

La chica se resiste, se acomoda la falda cuadriculada del uniforme, se ríe nerviosa, mira hacia todos lados. Alguien nos puede ver, mejor hubiéramos ido a un hotel, dice, pero calla inmediatamente, creyendo “los te quiero” que el muchachito más popular de la secundaria le dice a cada oportunidad.

Pa’ la otra te llevo a uno con madre, namás que el Chuy me dé jale.

No me gusta que te juntes con ese Chuy, le dice Yolanda suplicante y chantajista. ¿De qué va a tener ese trabajo? De nada bueno… no quiero que te juntes con él, ¿sí sabes, verdad?

No pasa nada, no pasa nada, además ¿tú qué sabes?, si ni lo conoces, el Chuy es buena onda, ese bato es camarada, namás hace encargos y la gente piensa que es rata de no sé qué, le dice Pepé cuando trata de empujarle las caderas hacia su vientre bajo. Ya ves, nos prestó su carro para venirnos un ratito. Es pura neta.

La chica cede al final tras los empujones de las manos de Pepé. Se acomoda sobre la pelvis del chico, siente crecer algo debajo de su pantaleta blanca, se sonroja, se inclina y se prende en un beso que le arde hasta la lengua y le deja los labios palpitantes. Quiere tener su primera vez, aunque sea en la parte trasera del auto de Chuy y no en un motel.

Pepé le quita la blusa blanca del uniforme, la mira y tiembla. Ella se retira de su boca, y le hace prometer que no se meterá en problemas como su amigo.

¡Ta’ bueno hombre!, dice él.

¡Pero prométemelo!, le recalca ella, antes de comenzar a quitarse el sostén. Él, torpe, intenta despojárselo apresuradamente. Quiere tocar los pequeños, redondos pechos con pezones rozados, deslizarlos entre sus manos, chuparlos con cada una de las yemas de sus dedos.

Yolanda lo mira, y se encaja poco a poco, le duele, y él es dulce, tierno, preocupón ¿le doy despacito? Pregunta. ¿Te duele?. Sí, contesta ella. Poquito. No mucho. ¿Me paro? Le cuestiona él. No. Síguele, así, así, le ruega ella. Ya mero entra. Jadea.

Se siente calientito, le dice Pepé, mientras se sumerge dentro de Yolanda, nada hacia adentro y afuera. El auto se mueve como un bote en las oscilantes aguas del mar, ellos imperceptibles, continúan.

¿Me quieres? Le pregunta la chica. Dime que me quieres.

Te quiero. Si ya sabes… ¿pa’ qué me preguntas?

Pos’ no más, quiero que me lo digas, se oye chido. ¿Te gusta?

Sí, la mueves chido, dice Pepé, cuando Yolanda se menea sobre él, despreocupada de las nalgadas provenientes de su mano. La chica ha aprendido rápido la naturaleza del amor. Se mueve inmediata, salvaje y natural. Tiene la confianza de que su novio le quiere y le es fiel, que no andará por los mismos caminos que su amigo, que no robará como dice la gente, que Chuy roba autos y que un día tendrá dinero para llevarla al cine y a un hotel.

Pepé le promete cosas, estrellas, lunas y no portarse mal, ni andar en pasos chuecos como sus amigos.

Chuy, llega a su carro, chifla, sin mirar para adentro de las ventanillas polarizadas. Se recarga en la parte delantera del auto. Enciende un cigarrillo. Espera.

Pepé entiende que su novia y él deben de vestirse aprisa y retirarse, que se puede hacer tarde para quedar bien con su primer día de chamba. Besa a la muchachita, le dice “te quiero como no he querido a nadie” La chica hace grande la sonrisa, se acerca a él, lo abraza y le susurra un: “yo también”.

Salen del auto.

Chuy los saluda.

Pepé le pide un aventón para la casa de Yolanda. Su amigo accede y maneja el auto que aún tiene las caricias calientes. Yolanda va sentada en el asiento trasero, hace sueños de los recuerdos de los recientes hechos. Chuy no habla.

Pepé le dice por dónde ir.

Yolanda baja, y se despiden con un gran beso. Recuerda lo que me prometiste, le dice a Pepé antes de irse por la calle hacia su casa. El chico la abraza, y le contesta: “ya sabes que sí” “te quiero, y un día de estos verás que hasta traigo dinero y te llevo al cine y a un hotel” La mujercita se sonroja. Se despiden, después de pasar una mañana de escuela, donde hicieron el amor por vez primera.

¡Qué joto! Le dice Chuy cuando Pepé entra al auto. ¿Entonces qué…? ¿Ya te rajaste?

¡A huevo que no!, le contesta Pepé con la adrenalina suficiente para hacer su primer encargo después de hacer el amor.

Chuy maneja y da un cerrón a una camioneta. Pepé se pone un pasamontañas y sale del auto para cumplir con su primer día de trabajo.


Jajaja. Tengo chingos de no ver a este pelado en concierto.
Bueno. Al menos ya no son drogas, pero el alcohol hoy,
el alcohol si me hará volar.
1. Escribir no es nada fácil. La paso mal.
2. No gané por segundo año consecutivo otra convocatoria de beca. Ya no me enferma tanto.
3. No me siento bien con el ritmo de trabajo que tengo en mi vida. Bueno, ya no tengo vida.
4. No he cogido en un largo, bueno, ya mínimo uno corto, pero en un largo tiempo.
5. El amor me vale queso.
6. La amistad, ya qué, me vale queso.
7. El queso me gusta.
8. Qué chingados, jodidos, reputeados días de quejas y malestares. Balas y muertes. Bloqueos y cortos circuitos.
9. Lo que necesito ya merece ser una obligación.
10. Puta madre. No quiero ser la sombra de nadie, el jodido pedido, la letra que ni le pagan.
11. Gracias a los que sí me buscan porque  no me conocen en persona, pero me siguen las letras. Amén por ello. Vale, vale. ;)