Friday, November 11, 2005

un día como otro

Tengo algo de fiebre, y la verdad no estoy tan triste como pensé. Recuerdo que cuando tomaba demasiado alcohol, en especial cerveza, al siguiente día con la hermana crudelia, el estómago me hacía sus regalitos y me daba fiebre. Ayer que Juan y yo fuimos a la casa de Scott, me pasó lo mismo. Y enterada me dijeron que soy alérgica a la cerveza. Ya ni llorar se vale. Para colmo me entró la eterna tristeza de estar sola, y le escribí a David, quien me dijo hemorroide. Para el perro me sentí, maldito, veo en la bandeja si me ha escrito algún amigo y tengo pura propaganda y dos que tres noticias. Es uno de esos días con las alas bajas, con el peinado que no queda bien, con los ojos que quieren cerrarse para olvidar y el corazón se siente latir con poca energía. Pero como quiera sigo en pos de dar amor, y no pedirlo. Soy una hemorroide con alergia a la cerveza y una tipa de medida imperfecta para cualquier hombre en plena potencia de ser abandonada, pero que sigue queriendo a la vida.

PAL PERRO pero por fin un Vikingo

Hoy me siento como si me hubiera atropellado un camión, con todo y contenedor de basura. Definitivamente las bebidas canadienses y yo no nos llevamos muy bien. Pero estuvo chido el cotorreo de anoche, por cierto, ya conocí a un chico descendiente de vikingos!!!! eh!!!! Por fin. Su abuelo es de Greenland...