Wednesday, December 13, 2017

1. A veces quisiera decirle muchas cosas, cosas buenas. No lo odio, pero tampoco puedo/debo buscarlo. Él no sabe ni porque le dije que ya no me buscara, pero la matemática de proteger a lo que más amo es sencilla: mi hija.
2. La duda es algo que no es fácil de suprimir o eliminar  o borrar. La duda puede durar años, incluso toda una vida. Cuando le dije: "Ya no me busques", fue precisamente por eso, porque él dudo, no sólo de mí. Yo qué... yo puedo resistir que no confíe en mí (aunque duela profundamente), pero no puedo permitir que dude de ella, de nuestra hija.
3. Te queremos mucho, Adrián. Tanto que, al menos yo, me di cuenta del miedo que tenías al ser padre, de que no sientes que sea el momento para separarte de las salidas en la noche, de salir con muchas, de una responsabilidad. Yo sí vi tu escencia.
4. Y como escribí una vez contigo en la pared de aquel bar: "Lo escencial es invisible a los ojos" de Antoine de Exupéry.
5. Jamás borraría tu escencia. Te queremos y te necesitamos.