De Nuevas conquistas

No hay tipos en mi vida, y la idea de estar disponible no me aterra. Decido, escojo y gozo. Donde pongo el ojo, pongo la garra. Monterey tiene chicos atractivos y otros de bellezas exóticas, ninguno me atrae, y no es que siga pensando en meses pasados, donde una sonrisa era fatal. Sino que aunque pierda popularidad, la idea me ha rondado desde hace dos años, formalizar. Suena estruendoso, pero ya no me queda tiempo para palomazos o tremenda caridad que he regado, ya es decisión. Me caso, bueno, nos casamos.

De llantos callados

Llora de bajo del mar, para que nadie te oiga
y se confundan tus lágrimas
con el agua de sal.
Mi niña marina,
llora, llora, llora
que no me gusta verte llorar.
Confunde tus lágrimas
con agua de sal
debajo del cielo
hasta el abismo del mar.
Llora, princesa del agua,
y ahoga tus ganas de llorar,
que nadie te escuhe que has de llorar
que nadie se entere de verte llorar
que el agua te guarde
tus ojos de sal.
llora, llora, llora
mi niña marina
callada, tendrás que llorar.

(para mi niña de 10 años)