Saturday, September 30, 2006

Depresión o tifoidea, ya hasta estas alturas no sé cuál es peor. Recuesto el pellejo en la cama y veo desde cerca, la soledad, los viejos han salido, el televisor no tiene buena programación y he olvidado mi dinamita en el refrigerador, la hora de la próxima pastilla que desgarra mi flora intestinal, viene en camino. Oh Coquish, my sweet heart, if u were here, maybe i would belive in the bittersweet life. Mangos, primero que me mate un super camarón con infecciosa tifoidea y una boluda depresión, antes de orillarme a la desesperación de sentirme a tu lado por soledad. Anyways, I font u.
Y mis pies quieren estar en Dupont, esperando el periódico. Suele verse a algunos chicos en bicicleta yendo al trabajo sosteniendo con sus músculos las manijas de su vehículo. Y el culo cuando se van alejando, algo inolvidable. Quiero estar en Dupont, cerca donde vivía y ver a Ramonet con su chaqueta de cuero, esperándonos a todos, porque Kenta ya se incorporó al tiempo mexicano, ese de llegar siempre a la cita 15 minutos después de la hora indicada. Quiero pelear con Terko, mientras me dice iraní, frente a todos los tipos con rostro de lengua farsi. Quiero, estar ahí, para saber que estoy sola, quiero ver mis pies esperando a los amigos, quiero verlos, aunque más de un país nos separe.
Y ponme como un sello sobre tu pecho,
Y ponme como la noche de un parpado a su ojo
Y ponme tan cerca para poder despedirme
De la soledad, porque tú estás aquí.
¡Verga! Si yo crecí con la verga en la boca, como aquella colombiana que conocí en una paella nocturna, ¡verga, mamá!, ¡¿pero qué coños haces aquí?! Le gritaba la colombiana de quien no recuerdo su nombre y me retomó a ver en la manera en que me expreso. La realidad ante semejantes expresiones es que las madres suelen molestarse, sobre todo las madres mexicanas al escuchar hasta el último sonido de la verga. Verga. Mamá me dijo que cuando quisiera que ella se alejara de mí, que sólo le dijera verga, como ayer. Sentada en enfrente de trabajo social, esperando mi incapacidad en el Seguro, Argelín bello comenzó a presionarme, con fiebre por más de 24 horas, a mí no me gusta hacer nada, pienso que el corazón me va a salir chorreado por la boca o por el trasero, destrozado por esas fiebres crónicas que me dan, independientemente de las transfusiones que me tocan al año que lo hacen feliz, tremenda mierda me sentía y escuchaba un no, tú debes hacer esto, un no, tú debes moverte, un no, tú, tú, no, no, no. ¡Chingada madre, qué vergas quieres! Vi a esa preciosidad de mi madre alejarse con tal resolución que observé cómo la verga puede hacer cierto favores, poderosa verga que cuando la sabes echar por los labios tiene el mismo efecto que cuando la mamas. ¿verdad madre? Corrió más intensa que una eyaculación precoz.

* PD, mi intención no es proliferar la palabra “verga”, utilícese con el mayor cuidado y no como yo, que la mal utilicé con la persona que más quiero. Mi Argelín bello.