Friday, February 25, 2005

A MI NUNCA NIÑO

Y qué chidos son los sueños, realidades de la imposibilidad nocturna. Porque aunque quisiera no podría ir a saltar sobre tu cama, hurgar en tus ojos de felino y tragarme el silencio de tu lengua.
Soñé que me ronroneabas como un gatito satisfecho, soñé cuando aun los ojos no se te caían de lo fregado que estás, soñé que eras mi niño de ti mismo, soñé una chance.
¡Felices sueños!¡Ojetes despertares