Sunday, November 21, 2010

1. Leo el Corán, no lo he terminado y me siento más confundida en cuanto a las cuestiones religiosas. Hoy vinieron a dejar el sobre del diezmo y no creí en Dios. Lloré.
2¿Será que pronto la Iglesia caerá?
3. Leo al néurólogo Oliver Sacks y me agradan mucho sus pacientes. Les ve el lado más amable y encantador. Es buena onda.
4. Escribo sin ningún éxito. Tengo serios problemas de narrativa, hilación, sintaxis y ortografía. Posiblemente estoy desencarnada.
5. Viendo cómo chingados irme a Italia.
De la serie lo que las chicas hacen

Griselda


Griselda tiene las manos manchadas de sangre. Huele un oxido caliente provenir desde dentro. Sus ojos tiemblan. Apresura con una de sus manos una toallita húmeda, limpia, evita chorrear. Su madre pronto tocará la puerta del baño como cada mañana. ¡Se te hará tarde para ir a la escuela! Le gritará. Ella contestará aplacando el placer de su voz.

Griselda no puede evitar sentir un dolor que se escurre desde su centro a lo largo de sus muslos. Le gusta verse sentir. Tiene la cámara rodando. Toma el exacto que usa para los trabajos del taller de diseño en su escuela. Hace un corte, rompe suavemente la carne que gime con un último estallido de una gota, dulce, viva y roja, que corre a lo largo de su vibrante muslo. Huele a oxido al revolverse en el ambiente encerrado del baño de su casa. Un oxido que sale de ella y se libera a lo largo de sus piernas. Griselda siente liberarse cada que se corta, Griselda siente mundos cada que atraviesa el filo del exacto en su rozada carne.

Griselda tiene 12 años y se masturba con un exacto cada mañana en el baño de su casa.
Porno Film IV

Educación para abordar






Por María Montelongo

Tim carga su mochila en la espalda, lleva cuadernos, lápices y crayolas para colorear. Su padre coloca sus manos sobre los tirantes de la mochila que se acuestan sobre los hombros del pequeño muchacho. Esperan el autobús del colegio. El padre fuma un tabaco y le replica al joven aprendiz: Las mujeres son como los autobuses, repletas de charlas en las que nunca debes confiar que son verdad; las chicas son como el transporte, repetidas veces te hacen esperar; las chicas si son buenas, como un motor con varios caballos de fuerza, te harán volar a toda velocidad, las que tienen un mal motor, sólo te harán llegar. Las mujeres son como el bus de la escuela, escríbelo siempre en tu mente pequeño Tim, porque en ellas te debes de montar y venir, sentado o parado o también recostado. El padre del pequeño pupilo acaricia los cabellos de su cabeza, el chico sube al autobús del cole, con la mochila en su espalda y la lonchera en sus manos queriendo aprender grandes cosas sobre el autobús de la escuela.