Sunday, November 18, 2007

Puede ser que tenga estrellas en la boca o que tenga una suerte del nabo, pero también es dulzona y divertida. Ayer amanecí con el aliento de Fher ( así con “h”) en los labios, un aliento a dulce y a cerveza (guiac) . Toda la noche estuvimos cantando canciones de Bunbury, después que la muppetona y Billy regresaron de la carretera nacional y me recogieron en la fiesta del Tec para regresar como gatos a los condominios. Todo empezó cuando Isra puso a Queen y se vistió de Jack Sparrow y se acostó en mis piernas para reírnos hasta el pito de la cara que se te pone cuando vez de revés a la gente. ¿Quién pudo ser? Quiero que seas tú… cantamos, tomamos, le hicimos cosquillas en los pies a la muppet y la hartamos de tanto Bunbury’s show otra vez te has vuelto a equivocar y siempre piensas, la culpa es de los demás… jugamos a hacernos bondage en los dedos, nadie peco tanto, nadie abrazó por calentura, sino por frío; te entregas a los Dioses a los hombres no los nombres a menos esta noche, perderás la intimidad, la discreción es una gran cualidad que escasea en nuestros días … Y escuché la hermosa voz de Dino, su risa que parece estallar de tanto que lleva adentro, me trajo tanta alegría dentro, tanta alegría su hermosa voz, yo la quiero tanto y tanto que suspiro de no poderla abrazar y tenerla cerca para decirle con ese gesto que sólo tengo para ella, mi mejor amiga, ese gesto de agradecimiento por presenciar nuestras existencias. Esos tacones del desprecio como si tuvieran cada mundo sobre el trapecio…
Y seguí dormida de ayer, tarde, en casa, calmando al fin el corazón. Te quiero yo tanto que nunca he podido llegar a explicarme, cuál es la razón…Si tú me quisieras como yo te adoro, el séptimo cielo sería de los dos…