Sunday, December 31, 2006

Tengo que admitirlo, Necesito amor. :(
Si estuviera Trent aquí, un buen raid sería bueno, just talk, just not much, just break the wind with a word
Dye dye my darling

Noriega regresó a casa, con el decorado de chiles jalapeños rojos para la fiesta de esta noche, en vez de foquitos típicos de Navidad. Noriega tiene una linda barbilla, la veo desde debajo de la escalera, sostengo el tercer escalón para que no caiga y cuelgue todos sus jalapeños. Noriega es bien pinche picosa. Chica jalapeño. Ardiente como caldo tlalpeño en Navidad, me escalda las manos con tantos movimientos. Noriega es bien pinche sensual, debajo de esa luz roja. El jalapeño más brillante de la noche, suéter rojo, labios rojos, botas rojas, jerseys apretados, y yo no la sostengo como a la escalera, y ¿quién es la que cae? Yo, dye dye my darling, comienzan a tocar los músicos de la fiesta y yo espero que me caiga un jalapeño en medio de la cabeza.
¿Está bien llorar, mientras se come el último pedazo de pizza? Tal vez, sino me meto con tus hábitos de golosa suicida. Levanta la cara Noriega y déjame verte comer ese último pedazo de pizza, yo también comienzo a odiar la vida al llegar a la última orilla de pan. No fumes, Noriega, me caga cuando fumas y las palabras se vuelven humillo en tu nariz, te miro y no dices nada. Te miro y no dices nada …
Háblame
Noriega, no habla, se levanta, no me mira, me odia por no ser un pedazo de pizza y se aferra a la orilla con queso. Noriega espera el año nuevo con la nariz llena de nubes y algodón de camel, y yo la miro y le quiero decir, háblame, cuando tomo la última pieza de pizza en la lengua y escucho deglutir el año en una pizza.

Sunday, December 24, 2006

Gummy bears.
Jamás me han gustado los osos de gomita, incluso dejaba la bolsita llenos de los gomosos amarillos, verdes, naranjas y comía sólo la cabeza de los rojos. Son de esas pequeñas cosas que me cagan, que me enfurecen el día.
De este lado del año, Diciembre tira el aire frío a la cara y apuntala algunas uñas escondidas en mis guantes de colores. Tengo un ejercito de gummy bears, en vez de los 14 gatos pelones que soñé; tengo varias cachetadas atadas en las manos de mucha gente que merezco arrancarle el sucio pellejo, en vez de gritar con fuerza que quiero ser yo misma, independientemente a quien le importe; tengo sabido que en estos días no me ama ni el viento, a pesar que sople en mi dirección; en vez de ser la ventisca que lo abrace; tengo la sombra de Canadá y el dejo de un ya veremos España; tengo el camino recto de los demás, en lugar de los giros que se me desprenden en el trayecto.
Tengo la vida llena de gummy bears, y me acostumbro a comer sólo las cabezas de los rojos. Y a mí me gustan las galletas de animalitos o las paletas de sandía.

Sunday, December 10, 2006

Seamos piel de cocodrilo, donde el estómago del corazón se resbale y descargue palabrerías ilusas de amor, amor, amor. Donde no se nos desprendan las suaves y olvidadas escamas y se vaya quedando uno con la principal armazón, que se desagüen los nombres por el culo, que no recuerde el tuyo, que no te recuerden el mío, seamos niños piel de cocodrilo, con pezones afilados, besucones de falacias y de labias por la sinrazón, de eso, que escuché tocar: amor.

Saturday, December 09, 2006

Se me ha ido la libido desde hace meses, pero he vuelto a conectarme. Mente, emoción y espíritu juntos. Y tal vez Caballero no ve que siempre seremos el enano del niño, parecidos, pero no iguales, somos pertenecientes a un país enano como dice Eduardo Galindo, porque el enano aunque parecido del niño no disfruta de esa ninez capitalista que le llena de alegrías y regalos al país-niño. El enano siempre sera el siervo del niño, ese que lo haga reír y le muestre marometas al niño que se posa en el trono. No oía ese relato desde hace tiempo, no oía ese relato donde en enano muere por darle tantas risas al niño, al pequeo principito. Ayer hubo neblina y corrí varias cuadras para alcanzar a los viejos, no podía respirar cuando me detuve y pensé que había olvidado cómo hacerlo, y quise correr más hasta que se me olvidó exhalar y respirar. La conexión, en medio y caminando con ella. La crisis en mi cabeza se ha vuelto de esa intelectual revolucionaria que no quiere sangre y que llega a democracias a medias plazas, porque el pubelo ha quedado tan lejos del poder.... Café con Mr. Paz, en vacaciones, exposiciones con cheve loca con la minina Leang, y tal vez clases de piano con la contradicción. En 10 días.

Sunday, December 03, 2006

La crisis está en mi cabeza y no va salir tan fácil, así que como aun necesito afecto, como huerca chiflada y mañosa, les dejo mis ácidos, porque eso también se comparte, puercos, púdranse:
Ácido 1
Jamás podría dispararle a mis padres, al menos, no con pintura.
Ácido 2
Señor, deme todas las balas o póngalas en mi espalda. Que quiero ser un armadillo lleno de plomo, y no una mendiga regiomontana cerrada de bragas y cerebro.
Ácido 3
Quiero estar sola y déjenme en paz, y sí, la tele cuenta como un lugar, pinches pendejos.
Ácido 4
Necesito un aneurisma
Ácido 5
Está bien, madre, me regresaré a casa, seré la tipa dentro de tu bolso.
Ácido 6
Las niñas bonitas necesitan una mascarilla de mierda para verse mejor.
Ácido 7
A los niños, los golpes no les duelen, porque son de hule.
Ácido 8
Odio a las rubias, mientras no me las coja.
Ácido 9
Cualquier tipo que me busque para una relación, debe tener serios problemas, pobres pendejos.
Ácido 10
No es que no tenga nada que hacer todos los domingos, es que me gusta estar sola y comer sándwiches de atún.

Saturday, December 02, 2006

Nadie me ha roto más el corazón, que el destino.
Y se me fue la fe.
Ayer el cielo tenía nubes rosadas, casi rojas haciendo sombra al cerro de la silla. Y yo amo a Monterrey, porque lo aprendí a amar. Whatever you are.
Ya no soy viento,
Ya no soy vecino,
Ya no soy vendible,
Ya no soy, y tanto que le pregunté a Ricky sus sueños, tal vez, porque hoy se me fueron los míos tirados en el suelo de la cocina, tanto que abrazo a alguien que no está enamorado de mí, tanto porque me conformé con el vacío y quiero un tenedor atravesado en la carne, en el chicharo que quedó por corazón, porque hoy veo sólo escoria, carne viva que se va pudriendo dentro del refrigerador, ratas en las sartenes ruñiendo con sus dientes lo que era un teflón, en donde todo se resbalaba, cochambre de grasa en la cabeza, y en todo el día no he podido cerrar los grifos de agua en mis ojos, y con tanta sal, me vuelvo carne seca y me faltan huevos para ser del norte, de ese norte donde se guisa el machacado. Que se me sale la vagina y quede impotente, que se me quede sin sazón la sangre para que no haya vampiro que la pruebe y que me muera mi yo, para terminar de cocinar la cohambre de la culpa, del dolor, de la mierda, de la estúpida y maldita falta de fe.