Wednesday, September 02, 2009


El amor por una mujer

por
María Montelongo

- La vida pudiera valer menos, sino es por el amor de una mujer. Deja caer el cubilete con un seis de mulas y se lleva un trago a la boca. El líquido arde sobre su despellejada lengua que alguna vez untó sobre la chocha de Martha.


Apuesta con el cantinero su casa, su auto y el bulldog en una carrera de galgos por televisión. Gana y perdona la deuda por una botella de whisky y una conversación sobre mujeres.


-Puedes conocer a una mujer por tenerla en la cama, por conocer a su vieja y astuta madre, por el perfume que usa y por la manera en que te lo pide que se lo hagas; pero no conoceràs nunca el momento en que te va a dejar por otro hombre.


Ojos enrojecidos y miradas a una botella casi vacía: Ella vino por su maleta, empacó, traté de detenerla. Gritó la diabla muerte de sus deseos en el tiempo que estuvo conmigo, lo jodido que la tengo y el olor a bulldog de mis besos.


-Las mujeres tienen formas de decir que no son felices. Pero cuando amas a una, puedes aguantar golpes en la cara, gritos endemoniados,que las botellas de lícor vuelen en dirección a tu pecho, que no le gustes a su madre y que te hagas cargo de sus críos. Pero lo que no puede uno soportar: es que se vaya, cuando la amas.


El whisky se ha ido brindando en cada trago hasta agotarse: Por el cantinero quien es buen escucha, por un seis de mulas, por una carrera de galgos, por la casa y el auto y por una mujer que pudo maldecir hasta la muerte, que despellejó la lengua de su hombre al comerse su cuerpo.