Monday, February 07, 2005

Y COMO ESTOY BLOQUEDA, PUES...

No he escrito desde hace ya un mes, no sé, estoy bloqueda. Es de esos bloqueos que me mantienen pendiente del mundo real. No tengo trabajo, tengo gastos y necesito dinero, pero aquí dejo una figurilla que ya no importa.
Galería
Figurilla No. 4

“was never having planned
to fall in love”
Travis
“The man who”
Mírame a la cara cuando…


¿Regalaste tu huevo?, cabrón, te hubiera dicho, sí que tienes huevos, pero pues ya te quedaste sin uno, mas explicándome me dijo que era un instrumento musical, mejor conocido como huevo negro.
La verdad me quedé con las ganas de verte los huevos, digo, tus instrumentos musicales, tus maracas, pero no se pudo. Ciertamente la tipa a la que se lo regalaste debió de usarlo molestando toda la noche al otro tipo que se paró a cantar. Pero pues qué se le va a hacer…

- Mira nada más, nunca hubiera pensado… interrumpes y me preguntas con una vocecilla tierna y traviesa ¿qué? Y yo tratando de salir de la cagazón a la que voy tan rápido como un pedo provocado por frijoles doña Lencha, te digo: que un músico en forma como tú y con sueños de concluir más que sueños, canciones que le giran en la cabeza, antes de levantarse, después de acostarse, en el baile de unas hojuelas de cereal y cuando maneja por Constitución en plena madrugada a alta velocidad, rompiendo la monotonía de la pedorra vida, pero respetando aun las señales del semáforo que alcanzas a ver muy bien después de tantas operaciones, se le cuajen las letras de su próxima rola, porque así ocurre a veces, talvez mirando el cambio de luz, el discurso de sábanas, la charla de cereales, los tacones altos de un travesti o mientras le acaricias las ganas a la noche o le rasques la tentación al olvido, te salga algo chido, no. Sé que sabes que trato de evadir siendo una nueva forma de Cantinflas poética para no meterme nuevamente con el tema de tus huevos, pero no puedo; y me burlo nuevamente de tus huevos, que tienen historia…
Otros oídos se hubieran calentado al escuchar nuestras conversaciones, pero tú y yo somos distintos, comenzamos a compartir historias agridulces de la jodida vida y también de huevos. Te reíste ante el golpe de mis comentarios ñeroradioactivos y me hiciste compañía toda la tarde, porque estaba enferma, y escurría por todos lados sin estornudar y hablamos de lo que siempre se habla, de las personas que nos han arañado la vida y así como así se han alejado de nosotros, porque según dicen, se alejan de lo que más han amado, cierto: “entre más te amo, más te alejas”. Tonterías, al fin y al cabo, tonterías a las que no puedo mirar con seriedad, por eso me río de todo, por eso le sonrío a la vida, gracias a mi humor negro, que a veces no entiendes, y con tu vocecilla, me dices, ay Isa, y callas.


OTRA MINIFICCIÓN

Minificción 1
A B C… Para comenzar el orden, nombremos el caos. Human drama.