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1.       Que yo falte a mi trabajo por fiebre, escurrimiento nasal y una faringitis del diablo. No es mi culpa, ni mucho menos mi deseo. Es la de mi patrón LA SECRETARIA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN, que no me da seguro, y por tanto, tenga así que ver mi trabajo en riesgo de ser no remunerado y que a parte ande con la cola entre las patas, pidiendo perdón y no permiso a  la bola de mis jefes inmediatos, quienes cuentan con todas las prestaciones que les da la ley, más a parte las que le suma la querídisima Elba Esther Chucky Gordillo, ex esposa del tío Montelongo ¡Hágame el favor! ¿Dónde hago cola para ser de esos que nada más estiran la mano para recibir el cheque y se la pasan diciendo que tienen harto trabajo y nada más esperan que llegue  yo para impartir mi clase y salirse del salón? ¡Pues sí! ¡Con toda razón se enojan! Pues la niñera de primates no llegó, ¡ahora sí! ¿Dónde se van a echar el chalecito semipolítico de planillas chafas que perdieron el año pasado? Señores con prestaciones de ley. Tengan en cuenta que existimos personas que trabajamos a conciencia y con todo el lomo, y no significa que por no tener prestaciones de ley y ser de honorarios, no nos podemos enfermar. ¡Todavía no les alacanza el presupuesto a los gobernantes para mandarles robots! Así que no envidien la decadencia laboral  que han traido toda la bola de ratas que se hacen su casita de 20 millones de pesos, ayudados por las narcopolíticas que sostienen con todos los chuchos fugitivos del penal. A educar, señores y señoras, mientras haya salud física, emocional y mental.  Que por lo que a mí respecta, en mi estado convaleciente, me ha dado por escribir cartas a quien corresponda para representar una situación real que viven muchos colegas. ¡Achú!