Tuesday, September 13, 2005

El Colchón

¿Qué vine a hacer aquí en Canadá? Lo sabía antes de llegar, pero la rutina te consume, una rutina distinta, cosas que nunca había hecho. No me di cuenta hasta que Laura lo mencionó: “teporocha”, neta ahí estábamos por toda la calle de Dupont cargando un maldito colchón como teporochas, porque yo dormía sobre cartones que amortiguaban la estadía de un pobre sleepingbag y ante la oportunidad de dormir en un colchón para abrigar a mis huesos, no tarde en llamarle a Laura para decirle que había mubles tirados en la calle que podíamos agandallar. Laura no tardó nada en llegar a la estación y como guerrera experta carga bueyes “tipo China la guerrera” que pone en marcha sus hulkeros brazos y me ayudó a cargar el colchón hasta mi casa. No manchen, teníamos las caras rojas donde las tripas se nos iban saliendo por la boca. Punto número uno, queridos jóvenes lectores y pañaleros que todavía mamá les arropa, no es fácil vivir sin lo indispensable, sin colchón, sin sartenes, sin lo elemental, pero está con madre el riesgo. Y Punto número dos, por un maldito colchón me di cuenta que ya no podría vivir en casa con mis queridos viejos…
Un abrazo para Ana “la vulpes” que mantiene a su chipotillo guerrero Mariel y a Orfa que también mantiene su casa de realidades literatas. Felicidades chicas por ser guerreras jóvenes. Y las eternas gracias a Laura la Guerrera.

1 comment:

Anonymous said...

jajajaja,
Que buena aventurita la del colchon. Pues asi es la vida en un pais ajeno, a veces hasta de teporochos nos toca hacerle... a mi me ha tocado mas suerte pero nada facil como quiera :)
Saludos,