Friday, January 21, 2005

CUANDO HAY MUCHO OCIO

Cuando no se tiene nada que hacer, sólo hay dos cosas, escribir muchas minificciones o empezar una novela, pero siempre odiando a Monterrey:
Minificción 7
No soporto estas calles, este cerro de la silla, la acupuntura de los rayos del sol y la idea de escribir sobre Monterrey.

nota: Te adoro tierra mía, aunque no tengas nada para mí.

1 comment:

La pausa inútil said...

Si yo odiara mi ciudad:

Maldeciría el tráfico que es lento como el tiempo que antecede la abundancia.
Maldeciría a la multitud, anónima, aforme y egoista como yo.
Maldeciría mi incapacidad de levantarme y enfrentar al ladrón y al policía que me encierran en miedos.
Maldeciría la pobreza a los pies del acaudalado.
Maldeciría este gentilicio que en proverbios provincianos invoca mi muerte: chilango.

Pero no la odio, aún menos la maldigo. Soy incapaz de imaginar la felicidad en otro lugar. Tonto de mí.

nota: Te adoro tierra mía, aunque me odies por no tener nada para ti.