Sunday, April 26, 2009

La punta del cerro

¿Quién me enseñó a escribir? A preocuparme por no salirme de los cuadritos de las libretas scribe que papà me compraba. ¿Quién? Mi maestra Rosy. A punta de una gran paciencia y a punta de gritos, aprendimos aquella generación de 1 A en el 86 a escribir. La figura del maestro de primaria se ha ido desgastando con el tiempo, a perder esa valorización que en tiempos de mi madre, se le veìa como el iluminado del pueblo, quien sabìa de protòcolos a su manera de haberlos aprendido empìricamente y enseñarlos dentro del aula de clase. Gracias a esos maestros que fueron tan buenas personas, estàmos aquì hoy en esta adultez tan sìsmica. ¿Quién me hizo amar mi primer libro? Fue mi maestro sustituto del tercer grado. Llegó cubriéndo a una maestra con permiso de gestación y él se quedó con el latido de mi corazón más grande que me ha hecho uno de mis maestros, me comí las fábulas de Esopo como desesperada, gracias a él. Siempre traía el libro de lecturas del tercer año que nos proporcionaba la SEP. Lamentablemente ya no lo tengo para poner su bibliografía, pero bien recuerdo haberlo cargado para todos lados y fue el primer libro que me sacó grandes carcajadas malignas y de entendimiento infantil. Después de ahí usaba el clóset de mi cuarto para devorar las historietas de la editorial Posada, de su edición "Duda" Lo increíble es la verdad. ¡Ay, Dios! Qué buena infancia tuve con esos libros... vino la secundaría y la manía adolescente de verlo todo tan gris, con las discusiones de si Carlos Cuahtémoc Sánchez era literatura o no con su famoso "Grito desesperado", yo por mi parte no salía de esos autores de postguerra como Kafka y su carta al padre o del Anticristo de Nietzsche que me hacían sentirme un emo retro en aquél tiempo, claro y que humorísticamente leía junto con esa revista amarillista y sensacional que es lo insólito. Me sacó las carcajadas más fuertes que un libro me ha podido sacar, sin menospreciar al Quijote con sus peripecias o al periquillo Sarniento o con VOltiere y sus novelas de viajes. Puff, qué buena fue mi adolescencia, con esos libros que desfiguraban mi pensamiento, porque aun no había la suficiente capacidad de madurar tantas ideas tan complejas de aquellos autores. Libros que también fueron mis maestros, porque entre más lees, más escribes. Y qué si trabajar con mis maestros de la Universidad como colegas, para mí, sí sería esa punta del cerro, donde el aire es fresco y cercano, donde les diría gracias, a todos mis maestros por esa vida y por su función dentro del aula y fuera de ella, gracias por sus enseñanzas. Aunque algunos hayan hecho juicios conmigo, rabietas y demás sulfuraciones, muy bien merecidas.
Un gran abrazo a los maestros.

6 comments:

Chris T.R. said...

El cocotero y el palitroche te mandan saludos.

Besos,
Chris

María Montelongo said...

Estimado Chris, yo a usted le mando un gran abrazo, y cuídese mucho. Ya sabe, aunque ni voy a las reuniones, lo quiero mucho :D Le dije al Mauro a ver si íbamos a un buffet, pero me dijo que ahora sólo comes semillas :S y pues a ver què se hace, no? :)

Antonio Lucio said...

Ja, me hiciste recordar mis primeras lecturas...
Para bien o para mal, fueron algunos capitulos de la biblia, entre los pasillos de un colegio de santa catarina y las cabronas monjas (jaja, en verdad eran cabronas).

Un saludote.

María Montelongo said...

Luciooo!! Las monjas en su mayorìa son bien cabronas, por què? pues porque tienen una disciplina para reformar, segùn el mal, ja, bueno x, jejeje, por estos lades demasiada cruda humana .. . miles de saludos. :D

dukintosh said...

seeeh es bien retro pero el periquillo sangriento si hace puras babosadas xD
a mi me enseñó mi jefa a leer con la biblioteca de tesoros del saber de disney en el kinder... cuando llegué a primero ya sabía y me aburría de manera estropajosa... el primer libro que quize realmente fue hasta la secu... que me regalaron el alquimista y que en prepa me dí cuenta que era el mismo cotorreo shockeante todopoderoso pop literario que carlos cuauhtemoc y le perdí un poco el respeto al coelho.. nieztche y kafka y todos esos incréciles siempre los quiero leer... pero ora ya como que se me hace que serán desas lecturas que haré de vetarro en un jardincito por la tarde... o algo así.

etc.

María Montelongo said...

Javoberto! Eres una putilla muy tierna y tambièn estropajosa. Te quiero, amiguito :D abrazos hasta Manzanillo, y por cierto ¡¿què chingados haces allà?