Sunday, December 24, 2006

Gummy bears.
Jamás me han gustado los osos de gomita, incluso dejaba la bolsita llenos de los gomosos amarillos, verdes, naranjas y comía sólo la cabeza de los rojos. Son de esas pequeñas cosas que me cagan, que me enfurecen el día.
De este lado del año, Diciembre tira el aire frío a la cara y apuntala algunas uñas escondidas en mis guantes de colores. Tengo un ejercito de gummy bears, en vez de los 14 gatos pelones que soñé; tengo varias cachetadas atadas en las manos de mucha gente que merezco arrancarle el sucio pellejo, en vez de gritar con fuerza que quiero ser yo misma, independientemente a quien le importe; tengo sabido que en estos días no me ama ni el viento, a pesar que sople en mi dirección; en vez de ser la ventisca que lo abrace; tengo la sombra de Canadá y el dejo de un ya veremos España; tengo el camino recto de los demás, en lugar de los giros que se me desprenden en el trayecto.
Tengo la vida llena de gummy bears, y me acostumbro a comer sólo las cabezas de los rojos. Y a mí me gustan las galletas de animalitos o las paletas de sandía.

2 comments:

Antonio Lucio said...

Pues debo confesar que tampoco me agradaban del todo los gummy bears. Era imposible digerirlos. Pero que bonito se veian pegados en el vidrio del coche o en la espalda del cagado compañero del salon.... , creo que crecemos odiando todo aquello que ya no somos capaces de hacer...
Saludos..

Caiguar said...

a mi me encantan los ositos de gomitas, iba al sirlon stocade sólo por ellos, dejé de ir cuando los quitaron.
cuando se quiere se puede y a las cosas malas tendemos a prestarles más atención.
siempre que nos va mal debemos culparnos. Pero nunca debe haber momento enque nadie te ame, porque siempre estarás tú. no te has suicidado, eso ya significa algo, aunque lo estés pensando