Tuesday, June 27, 2006

Milk Shake

Como gatita fina, le dije, cuando me contó sobre lo que tenía prohibido ella, rasguñar, sacar las garras y punzarle el lamido de su lengua. Una estrella feliz, y unas milk shake nos deslizaron una sonrisa. Invité al morrito a comer algo al Carl's, necesité hablar con él, siempre escucha mis historias patéticas cuando se me escurre la cara, lentamente. Entendí, lo que provoco, soy como una malteada, lo dice en el nombre, comienza "mal", una de chocolate, suave y rica, dulce, pero si te la tomas rápido como suelen los niños hacerlo, enfría, llena y se siente uno pesado y adistgusto. No negaré que por momentos tanta azúcar me restiró el ánimo, y su efecto pasó rápido. Concluí como suelo, desde hace tiempo que conocí al morrito: Ya me cansé, tú sabes que no soy tan.... como siempre digo.


*Algo que no puedo hacer es escribir cuando estoy triste, ya siempre lo digo y siempre lo dejo, dejo por un tiempo TESTAMENTO, sí, de nuevo, je, pero la tristeza y la escritura no hacen buenas compañeras. Me caga Monterrey, pero ahora ya ni tengo fuerzas para enojarme.
Por cierto Abel, me lo topé en el 23, me dijo sabere audirere. No sé, la verdad, lo pensaré...

3 comments:

María Montelongo said...

Esto es lo que creo, que mi ficción y realidad lo han jodido todo. Aclaro, este fue un hecho real, y parte de ficción.

Ismael Lares said...

me gusta carls junior
antes de ver a depeche mode
comí ahí
buenos recuerdos

en este caso qué fue mejor
la fixión
o la realidá
?
saludos
niña vulpes

Óscar David López said...

Patética?

Ay, Isa, tu estás en mi top. Así, sin más. ¿Cómo pudimos estar tanto tiempo sin conocernos (léase "conocer" en contaxto bíblico)?

Óudi.Ló de B.