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1. Abandoné el MSN. Y hasta me sentí triste de algo tan impersonal y rápido. El abandono se debe a ella, mi novela.
2. Ayer lloré por la noche, primero por México y cómo se está yendo al caño, luego por las verdaderas razones: Lloré porque ya no puedo llorar. Realmente tengo caca en el corazón y la estoy zurrando.
3. Ver porno ya no satisface (igual de impersonal)
4. Amar a alguien con teatralidad y desquebrajos, ya no me llena. No me importa el Rush que se pierda en ello. (histéria provocada por pinche feminismo maltrecho)
5. Escribir, me satisface como el porno lo hacía, pero no me ha roto en carne y huesos como solía hacer el amor. (Me estoy quebrando por dentro, pinche polvorón que se está haciendo)
6. No quiero equivocar mi camino, y tengo que decir lo que aún nace del lugar más oculto de mi ser, no sé dónde diablos esté o lo dejé, ¿acaso lo vendí hace rato?, pero desde ahí me encuentro. Ya basta de esta frivolidad en la que me he quedado viviendo, basta de mi impersonalidad de tv, de atajos emocionales y justificados, de esta vida cotidiana que me ha hecho la vida fácil, y a veces cansada, bien cómoda, la verdad.
7. Ni idea tengo de cómo despegarme esta lacra plástica.
8. Mayo 23, es la fecha en que regreso. Aún no lo sé: renunciar al trabajo, irme de viaje, lo que sí se es que terminaré la novela con un vuelco para mi vida y mi corazón. Ya, pues, decidí echar el pellejo al asador, a quemarropa si ustedes prefieren o andar en el lodo con tacones, pero encontrando esa desesperada tercera adolescencia que llevo dentro.
9. Ahí voy. Sola otra vez. Como cuando me fui a Canadá.
7.