Es necesario que te aproximes y me permitas chocar en tus labios. Es necesario que vuelva a sentir el amor. Es necesario después de esta batalla que nace en el día, se prolonga en la tarde y no muere. Es necesaria esta necesidad que me corta las ganas, se duerme en mi cama, me parte la piel. Es necesario que vengas.

¿Destino? Posiblemente un causante, enlaza a un efecto y crea otro causante que lleva a otro efecto y el destino se teje y se enreda. Se aprende demasiado en unos días, se aprende a sacar la garra, la casta y a negociar lo ya perdido. El mundo se me ha vuelto una experiencia que hay que manejar. En esta semana he llegado a conocer las caras amables por un lado, esas que ocultan el interés de fregar, y cuando no ven ningún resultado no dudan en experimentar la agresión, violencia y amenaza. Todo es una sacadera de plasma, la sangre está a disposición de hocicos que desgarran sin importar. Sin embargo, los amigos están ahí, apoyando con estar al pendiente, con su ánimo de colaborar en lo que se necesite. Gracias a Gus que me ha mantenido pendiente de todo el proceso jurídico, gracias a Edy que siempre me llena de luz, gracias a Bety por estar desde el comienzo de este infierno lleno de tranzas, gracias a mis padres por su fortaleza y sensibilidad, gracias a Calder que siempre está al pendiente de mi vida, gracias a los que no saben nada y me hacen evadir la situación, aunque sea por momentos con sus risas, chistes, frases de Mafalda, música, abrazos y el hecho de que la vida no se queda en una oficina gubernamental en donde sólo se huele el fraude y la corrupción, el delito de abuso de poder y la degradación en la que lo quieren llevar a uno.