1. A veces quisiera decirle muchas cosas, cosas buenas. No lo odio, pero tampoco puedo/debo buscarlo. Él no sabe ni porque le dije que ya no me buscara, pero la matemática de proteger a lo que más amo es sencilla: mi hija.
2. La duda es algo que no es fácil de suprimir o eliminar o borrar. La duda puede durar años, incluso toda una vida. Cuando le dije: "Ya no me busques", fue precisamente por eso, porque él dudo, no sólo de mí. Yo qué... yo puedo resistir que no confíe en mí (aunque duela profundamente), pero no puedo permitir que dude de ella, de nuestra hija.
3. Te queremos mucho, Adrián. Tanto que, al menos yo, me di cuenta del miedo que tenías al ser padre, de que no sientes que sea el momento para separarte de las salidas en la noche, de salir con muchas, de una responsabilidad. Yo sí vi tu escencia.
4. Y como escribí una vez contigo en la pared de aquel bar: "Lo escencial es invisible a los ojos" de Antoine de Exupéry.
5. Jamás borraría tu escencia. Te queremos y te necesitamos.
1 comment:
Vuelvo a leerte después de todos estos años. Me encuentro con un canto de alegría. Si algo necesitas, estoy para ti. También tengo muchas cosas que contarte. Mis letras no son lo que fueron, precisamente porque se hicieron mías. Ahora leo la impostura en mis primeros versos, pero también la autenticidad de aquel primer grito. Un grito que hoy es un susurro... con la fuerza de la plántula que abre la tierra congelada, con la determinación del polluelo que rompe el cascarón, con la tranquilidad de quien sabe el significado verdadero de MEMENTO MORI.
Saludos desde Guanajuato. Tírame un cable el día que leas esto, quizás aún haya tiempo. 462 cuatro seis dos 222 dos dos dos 6140 seis uno cuatro cero
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