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Todo parece el mismo caos de siempre…
Molestia
Ahogamiento
Y ganas de gritar ¡largoooooo!
Me siento a escribir vigilada por un niño no más grande de ocho años, ya ni en mi propia casa puedo escribir a gusto, es totalmente desesperante, supongo que para todos…
Cosas que no me gustan:
Disculpar a un amigo por no serlo (Lu, esto no funciona)
No dejar que todo fluya (escritura, vida personal y demás cúmulos)
Ganas ahogadas de ser yo sin que a nadie le moleste…
lo económico, estoy hasta el maldito tope de deudas…
Cómo arreglarlas, digo, para todo se necesita un caos si se quiere hacer un orden.
He engañado al “pequeño” mandándolo con el perro y con mi jefa, ya nadie me vigila con sus ojos negros, pequeños de ocio.
No disculpar a mi amigo, él es así, lastima sin querer, lastima hasta el tope y sin detenerse. Su lado amoroso y afectuoso habla también mucho de ello. En realidad él y yo somos como agua y fuego, yo lo hago molestarse o desesperarse y él me ahoga y me ayuda a desaparecer la fe de mis ojos. A veces las relaciones humanas nos son fluidas, pero siempre volvemos a andar… es lo bueno, lo aprecio mucho, tal vez por eso me arriesgo tanto, hasta el grado de morir miles de veces y volver a vivir tantas como muero. Solución: querer a la gente tal cual es, y sí, sentirme o molestarme y hablarlo.
que fluya pues, qué fluya, jajaja, la vida con risas y fluidez es más chida, que para algo sirva mi irreverencia…
Total, el mundo siempre gira, y pondré la frase a que ruede: “Déjalos que mondaden hasta que se harten”
Bueno, las deudas, solución, jalar un montón y ser más ahorrativo, je, a jalar, pues…