Roxana se ha pasado toda la tarde en la cama, tocando su sexo y sonriendo para sí. Roxana, no ha ido al trabajo, se ha quedado durmiendo hasta tarde, soñando caballos, mar y agua. Roxana, Roxana, Roxana, sigue acariciándose con la yema de su dedo, rompiendo rutina, quebrando las horas y siendo risueña para sí.
1 comment:
De vez en cuando un poco de amor propio no le hace daño a nadie, ademas creo que es la mejor manera de matar el ocio jejeje...
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