Para Coquish.
Te quiero mucho, mi amigo al que abrazo siempre en el recuerdo y en la distancia:
1. A veces tengo imágenes tan reales, tanto, que me llevan a vivir esos momentos ya vividos: Eran apróximadamente las 10 de la noche, regresé de caminar por el campus de la U OF T, subí a mi habitación, dejando pasar esa juventud en la que no me sentí identificada recién llegué a la ciudad: las italianas riéndose y coqueteando a demasía con los turcos, holandeses y demás colores. El elevador olía a calcetines mojados, siempre decidía irme caminando hasta el onceavo piso por las escaleras de emergencia, tratando de evitar el olor a encerrado del elevador. Ese día por la tarde di una caminata con Agustín, un chico de Acapulco o el DF, ya no recuerdo. Esa misma tarde me presentó al Coquish.
2. Yo no quise abrir la puerta tras los golpetazos en mi habitación, huía en la permanencia, llorando junto a la pequeña ventana de mi habitación en donde pasaba recobrando el pasado en cada lágrima.
3. Una nota se deslízó por mi puerta. I want to meet u some time, Robert.
4. Dejé las lágrimas a las 12 de la noche, fui al décimo piso y me encontré con Coquish saliendo recién de la ducha. Se cambió, Agustín cogía con una Argentina y sólo salió a saludar y a meterse nuevamente en la cama. Coquish y yo dimos nuestra primer caminata...
5. Si yo me hubiéra casado, posiblemente estaría aún en Toronto, si yo me hubiera casado, posiblemente me hubiera dado por vencida en mantener el corazón ardiente, si yo me hubiéra casado, hubiera sido la peor de las esposas y mi estimado y queridísimo Coquish, nunca se lo mereció, ni se lo merecerá.
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