Estimado Señor Chorizo.
Le escribo para darle la oportunidad que me hable al chile. Que saque su pito verdadero y me pitorrée todo lo que tenga que decir. Que no se ande con verijadas y penes alternos a los de la verdad que nos está pasando. O ¿qué? ¿Ya se le quedó el pito tan chiquito que no le sale ni la voz? ¿Qué acaso hasta los huevos se le han caído y anda queriendo ser pocos huevos pa’ poder hablarme al chino? Sabe mi estimado señor Chorizo, yo no le deseo ni gonorrea, ni inmundicia en su blando y paciente escroto, pero tiene que ser sincero, pelón, así, y decirme ¿qué pedo? ¿Jala, pica o de plano se quita? Así las cosas, estimado Chorizo, así…
Pd, ya no se ande con jaladas. Y mandemé al Chorizo con elegancia y plena erección.
Atte. La misma historia de siempre.
Esta carta fue inspirada en las contaminadas instalaciones de puerkafón, Teleperformace. Monterrey; México. Y es que ya las mujeres ya no somos brujas vilipendiadas del Medioevo. Somos personas que escuchan y saben hacerlo cuando hay algún Sr. Chorizo que nos interesa y que lo invade el miedo siempre del cochino futuro, ante una reacción psycho que pudiéramos presentar. Nosotras las chicas:
Que tu voz sea escuchada por mi paciente oído, que mi oído siempre está para escucharte.
Le escribo para darle la oportunidad que me hable al chile. Que saque su pito verdadero y me pitorrée todo lo que tenga que decir. Que no se ande con verijadas y penes alternos a los de la verdad que nos está pasando. O ¿qué? ¿Ya se le quedó el pito tan chiquito que no le sale ni la voz? ¿Qué acaso hasta los huevos se le han caído y anda queriendo ser pocos huevos pa’ poder hablarme al chino? Sabe mi estimado señor Chorizo, yo no le deseo ni gonorrea, ni inmundicia en su blando y paciente escroto, pero tiene que ser sincero, pelón, así, y decirme ¿qué pedo? ¿Jala, pica o de plano se quita? Así las cosas, estimado Chorizo, así…
Pd, ya no se ande con jaladas. Y mandemé al Chorizo con elegancia y plena erección.
Atte. La misma historia de siempre.
Esta carta fue inspirada en las contaminadas instalaciones de puerkafón, Teleperformace. Monterrey; México. Y es que ya las mujeres ya no somos brujas vilipendiadas del Medioevo. Somos personas que escuchan y saben hacerlo cuando hay algún Sr. Chorizo que nos interesa y que lo invade el miedo siempre del cochino futuro, ante una reacción psycho que pudiéramos presentar. Nosotras las chicas:
Que tu voz sea escuchada por mi paciente oído, que mi oído siempre está para escucharte.
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