Thursday, February 28, 2008
Abril llamó anoche, su viaje había sido un desastre como cualquiera que ha tenido. Abril sólo quería venir a casa y abrazarme durante la noche. Llegó en un taxi con su vestido tradicional y sus botas militares. La ayudé a bajar y se burló de mi corte con esa sonrisa oculta y despeinada. Te quiero, pato. La abracé hasta el amanecer, la abracé como se suele abrazar a alguien a quien no has visto en mucho tiempo, pero que ha estado siempre ahí, con esa cercanía inexplicable como si nunca se hubiera ido. Abril tiene un viaje pasado mañana, se va a Iceland, y yo estaré aquí para cuando vuelva y quiera dormir abrazada como en casa.
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