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A.B. lo llama pasivo-agresivo y es que la verdad los hombres regiomontanos, o por lo menos con los últimos que me he involucrado, son totalmente agresivos. Dejemos de actuar como pendejas de comportamiento aprendido, y hagámosle saber, que tenemos independencia, conciencia, respeto, amor, horarios y necesidades.

L, me llamó a las 3 de la madrugada, tenía sueño, pero preferí ser solidaría con su extrañamiento. Yo, le llamé al siguiente día para acordar sobre su invitación a comer, no se ajustaron horarios ni nada. Vuelvo al siguiente día a llamarle, justo el día en que habíamos quedado, él dormido, dice que luego llama, yo triste, le pido que no juege con mis emociones, él responde que no juega con nada mío. Comí a mi hora, y dejé de actuar como una pendeja. Yo también tengo horarios, yo tengo una vida, en la cual dormir y responder como me responden. Lo siento, por aquellos que no consideran que una invitación a comer no es una a cenar...