Seamos piel de cocodrilo, donde el estómago del corazón se resbale y descargue palabrerías ilusas de amor, amor, amor. Donde no se nos desprendan las suaves y olvidadas escamas y se vaya quedando uno con la principal armazón, que se desagüen los nombres por el culo, que no recuerde el tuyo, que no te recuerden el mío, seamos niños piel de cocodrilo, con pezones afilados, besucones de falacias y de labias por la sinrazón, de eso, que escuché tocar: amor.
3 comments:
Claro, hay que dejar salir al monstruo de vez en cuando.
beso
Esperemos el ataque de las chicas cocodrilo y aunque algunos sean más selectivos no esta de sobra decir "nunca hemos sido los guapos del barrio".
Agazapado, en espera del mordico...
See you later alligator.
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