Go back!
Te grito y aprieto a Cecilio entre mis manos, Cecilio que tanto le echo de menos. Ayer me mostraste las fotos de ella, recostada a tu lado, de su sonrisa rubia entre tus dientes y me miro, me beso, me recojo y me voy a ahogar.
-¿Tanto daño te ha hecho Monterrey?
Ni le regresé la mirada como hubiera querido, ni le dije que iría a sus clases de yoga, ni le hice saber que ya también me había lastimado.
Debería poner un anuncio de: "Se buscan amantes", pero es que no eres tan pendeja ni fea para poner un anuncio, miro en el reflejo del autobús y muerdo mis cabellos y vuelvo a tomar a Cecilio entre mis manos, en el aire de mis manos. Porque si a caso dedos tengo ahí. Dedos como un mal chiste. Duele perder un amante, duele más, perder a tres. Pero más duele no coincidir.
No coincido y verte, sonreirnos, levantas tu mano y brilla tu estúpido anillo. Te veo, y no me va que no te despidas, y dejar pasar una semana más. Y es estar del otro lado. Separar mi lado del tuyo, del de los suyos. Que tiemble el piano y tus guitarras, que guardarán el eco de mi voz, PORQUE YO LOS MALDIGO.
que busquen el amor, porque se ciegan en verlo, que no muera su ilusión, para que no vean la realidad, que en verdad no lleguen a descubrir el compromiso y la confrontación que se tiene cuando se llega a amar. Porque seré siempre una sombra trascendente.
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