Pecado es aquel que se avienta cada trompa carnosa y parada al decir piropos tan groseros y picosos por la calle. Una vez me dijeron aquél que dice: Mamacita cuerpo de uva... o Fueras tan malcriada para darte tus nalgadas. Pero hoy, sentada esperando a Argelia quien me dejó sin llaves, escuché un piropo que me hizo pensar en lo sacrilego y la belleza como maldad: Si la belleza fuera pecado, yo no te perdonaría. ¡Sale! Está muy cabrón ese piropo, me gustó mucho porque me recordó eso de la mujer ángel y demonio en el siglo XVIII, durante el romanticismo. Me hizo sentir como mujerón. Qué chido que haya trompas de pela'os que se avientan esa clase de piropos. Y pues aunque les cale, soy todo un pecado, ajúa.
5 comments:
Ah! el don de la elocuencia!!cómo es una virtud inalcanzable para tanto sobrado de hormona e imbecilidad.
Que bueno que alguien te alegrara el día. de es hasta da gusto que te jactes.
Así es querida Martika, la elocuencia, tanto hocico prosáico y fluido que hay por ahí, de tan prosáico uno ya ni sabe si se dedican a la política o en una de esas son poetas que limitan con la narrativa. Pero qué tanto alegran cuando dicen la verdad. je :)Abrazos, gracias por andar por aquí peque. hugs hugs
No hay mejor piropo que la verdad, pecadora...
gracias por compartir tu pecaminosa imagen, diosa.
ey, gracias, ya me creí una diosa pecadora, ujú. Ahora que me quemen en el infierno, pero que no se acabe la fiesta!
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