Dejé una clase muestra de lo que se siente ser un objeto del "deseo", un deseo muy carcomido por las cucarachas de rancho grande, cosa que puedo decir que muchas amigas en plena edad de furia sexual (20 a 30), no han sido capaces de experimentar, la mayoría no alcanza a ser ni siquiera de esas fellitas con gracia, o de esas creaturas curiosas que envenenan la vista. No, la mayoría son invisibles a los ojos de cualquier regio experimentado. Si tan sólo describirlas, las letras pierden su interés de ser así mismas pronunciadas. Simplemente, no cuajan.
En ocasiones es mejor ser uno de esos atoles que no cuajan ni a la segunda calentada.
Después de la tercera pieza sabía que me enterreba los ojos, tenía puesto uno de esos anillos de graduación en su afelpada mano y agitaba su bebida como haciendo chocolate "La abuelita", poco falto para que con las batidas se lo echara en esos wangler piratas que venden en el centro. Levantó la copa y nos pagó la cuenta, bien por él, mal por nosotras, venía a la mesa, con esos caminados de mamá oso y la sonrísa después de haber tenido nueve orgasmos simultáneos. Pagó otra ronda y cuando oyó no teléfono, no me importa, tengo novio...su deseo se convirtió en esa ojarasca desquebrajada de ego. Vaya macho, quién diría que el mejor objetivo fue desechar las vísceras ¡Ni que estuvieras tan buena!.
2 comments:
eso dijo el tipo :O
Sí Lore, Fatal respuesta de un patán, saudos
Post a Comment