Será que todos nos sentimos así, será una soga que rodea el pecho, será la maldita circunstancia que moja, sofoca y me hace mirarte. A ti porque rapeas como hubiera querido de más joven; a ti que escribes sistemáticamente aunque se te acaben las palabras, pero que no dejas de escribir; a ti que todos te respetan por tu presencia que pesa; a ti que tienes más huevos que muchos regios; a ti que tocas la guitarra como te rascas los huesos, a ti que no eres yo.
Hoy, Yy me dijo algo que fue el aire que respiré muchos años, aún encuentro pedazos de tierra. Quiero ser escritora, quiero ser editorialista, quiero ser lingüista, pero sólo yo lo veo. Nadie más. Nadie me ve con esa capacidad de ayudar a formar aquel proyecto del que habló la vulpes mayor, aquella edición de poemario que hizo la pulcra, o aquella revisión de textos de la que me enteré después de meses, o el caso de estar en la los links de amigos y no de esos colegas profesionistas que les nombran escritores regios. ¿En qué lugar estoy? En el que yo sólo veo, y en el que encontré con una oportunidad:
Me senté al lado de Bob a leer los textos que dejó la maestra de la U of T, entré como cualquier otro al seminario y en lapsos mi cerebro dejó vibrar mi lengua, desde ahí, dejé memoria. No en vano me pasé por el arco del triunfo la carrera de letras un semestre antes y con promedio, no en vano vine acá sin ayuda de papá, no en vano aventé mi frustración por ver tus triunfos y me dejé de mis propios miedos, no en vano sufrí el dolor de saber que no soy de ahí, como tú. Y quién soy, sé que no soy tú.
Hoy, Yy me dijo algo que fue el aire que respiré muchos años, aún encuentro pedazos de tierra. Quiero ser escritora, quiero ser editorialista, quiero ser lingüista, pero sólo yo lo veo. Nadie más. Nadie me ve con esa capacidad de ayudar a formar aquel proyecto del que habló la vulpes mayor, aquella edición de poemario que hizo la pulcra, o aquella revisión de textos de la que me enteré después de meses, o el caso de estar en la los links de amigos y no de esos colegas profesionistas que les nombran escritores regios. ¿En qué lugar estoy? En el que yo sólo veo, y en el que encontré con una oportunidad:
Me senté al lado de Bob a leer los textos que dejó la maestra de la U of T, entré como cualquier otro al seminario y en lapsos mi cerebro dejó vibrar mi lengua, desde ahí, dejé memoria. No en vano me pasé por el arco del triunfo la carrera de letras un semestre antes y con promedio, no en vano vine acá sin ayuda de papá, no en vano aventé mi frustración por ver tus triunfos y me dejé de mis propios miedos, no en vano sufrí el dolor de saber que no soy de ahí, como tú. Y quién soy, sé que no soy tú.
5 comments:
Sobre el ser lo que otros no son, creo que estamos salvados. Que en medio de la crisis de lo que uno es o no es, al menos uno sabe que es su crisis y no la crisis de creerse otro.
Al menos te puedes sentir un tanto más segura de l oque n oeres: escritora, editorialista o lingüista. Fuchi a las tres opciones. Que sea lo que resulte y simplemente hacer lo que le salga a uno a fuerza de pulso. Saludos. Buen blog.
La vida siempre está en otra parte, hasta que la alcanzamos.
Y lo harás.
Luis V. Y oruga gritona, les había escrito algo, pero mi maldito dedo paralítico y esta oscuridad de la habitación me hicieron borrarlo todo, chetos!!. Pero les resumo, al final de cuentas los más sinceros agradecimientos por su tiempo, su vista, visita, cerebro y dinero, porque este internet no se paga solito. Y queda claro que no me clavo en la otredad, que la vida y yo somos muy buenas amantes, de esas que siempre regresan para tener las más chidos orgasmos y que la seguridad al fin y al cabo siempre la encontramos al final de la crisis. Gracias
Chingado, yo que te puse en la lista de blogs de los amigos porque pensé que si te ponía con los escritores ibas a malinterpretar que no te considero mi amiga. Chingado, uno que no quiere herir susceptibilidades y siempre termina haciéndolo. Ya ratita, arriba esos ovarios y a terminar esa novela. Lo importante es lo que tú eres, no lo que los demás te consideren (o sease, chinguen su madre los pseudointelectuales que no nos dejan entrar a su círculo). Te quiero.
No te paures rata, que tus intenciones no son malobradas. Te quiero
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