Friday, November 11, 2005

un día como otro

Tengo algo de fiebre, y la verdad no estoy tan triste como pensé. Recuerdo que cuando tomaba demasiado alcohol, en especial cerveza, al siguiente día con la hermana crudelia, el estómago me hacía sus regalitos y me daba fiebre. Ayer que Juan y yo fuimos a la casa de Scott, me pasó lo mismo. Y enterada me dijeron que soy alérgica a la cerveza. Ya ni llorar se vale. Para colmo me entró la eterna tristeza de estar sola, y le escribí a David, quien me dijo hemorroide. Para el perro me sentí, maldito, veo en la bandeja si me ha escrito algún amigo y tengo pura propaganda y dos que tres noticias. Es uno de esos días con las alas bajas, con el peinado que no queda bien, con los ojos que quieren cerrarse para olvidar y el corazón se siente latir con poca energía. Pero como quiera sigo en pos de dar amor, y no pedirlo. Soy una hemorroide con alergia a la cerveza y una tipa de medida imperfecta para cualquier hombre en plena potencia de ser abandonada, pero que sigue queriendo a la vida.

5 comments:

alonso ruvalcaba said...

hey, he estado leyendo y disfrutando bastante tu blog: chido. lo encontré en la pausa inútil.

María Montelongo said...

Gracias por pasar por aquí Alonso, pues ya sabes, pásale a lo barrido. Yo con gusto me doy una vuelta por el tuyo. Hasta luego.

La pausa inútil said...

que gusto, alonso en el testamento via su servilleta. disfrutense.

Orfa said...

¡ei! Don G. andaba aquí, ¡chido!

Rata: para que veas lo que se siente, no creas que no me dolió cuando me dijiste "cadillo entre nalga y nalga". Pero te perdono :) ¡Te quiero!

Orfa said...

Y no te sientas sola, que deveras te quiero mucho mucho mucho, y desde aquí te mando abrazos, ya ves que necesitamos 8 diarios.